sábado, 15 de enero de 2011

La fórmula de la felicidad

Para asomarse a la felicidad,
uno debe ser capaz de seducir a su propio destino.

2 comentarios:

  1. A veces el destino contiene datos objetivos que proporcionan felicidad.

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  2. Lo que quiero decir que que si deseas algo con demasiada intensidad, es probable que no lo consigas. Por eso es más aconsejable tontear con la vida. Es como cuando intentas seducir a alguien. Si vas de frente y con mucho entusiasmo solo lograrás asustarla y que salga huyendo. Pero si te haces el suficiente y no muestras excesivo interés, es más probable que quien deseas se aproxime a ti. Es la lógica inversa del deseo que también puede aplicarse a la vida.

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